En un ecosistema donde los algoritmos deciden qué ver, qué omitir y qué comprar, Rufus —agencia especializada en creatividad para performance— está desafiando el statu quo con un planteamiento claro: sin creatividad no hay resultados reales.

En entrevista para Adtech, Belén Bos, Country Manager de Rufus en México, detalla cómo el cruce entre creatividad, datos y medición está redefiniendo el impacto del marketing digital en un entorno hiperautomatizado.

Creatividad + Performance: el diferencial estratégico que las marcas olvidan

Bos, estratega de marca con trayectoria internacional y experiencia en agencias multinacionales y emprendimiento propio, explica que el valor competitivo de Rufus radica en una intersección que pocas agencias logran ejecutar con precisión: creatividad que no solo inspira, sino que mueve la aguja del negocio.

En un ecosistema donde Meta afirma que hasta el 75% de la performance proviene de la creatividad, Rufus ha desarrollado su propia metodología para conectar insights profundos, motivaciones humanas y un análisis riguroso de métricas duras y blandas.

“El algoritmo automatiza todo… menos la emoción. La creatividad es la que frena el scroll y dispara la acción”, afirma Bos.

¿Cómo Rufus mide la creatividad que realmente vende?

A diferencia del enfoque tradicional, donde la creatividad se justificaba desde la intuición, Rufus opera con una lógica de laboratorio creativo: iteración constante, validación continua y escalamiento de lo que funciona.

Además, Bos mencionó que miden tres frentes:

1. Métricas duras de negocio

  • Conversion Rate
  • CPA
  • ROAS

2. Métricas blandas de interacción

  • Engagement
  • Thumb-Stop Ratio (TCR): qué tan rápido una pieza detiene el scroll
  • Interacciones por formato y canal

3. Inteligencia estratégica

  • Distribución de mensajes por momento del funnel
  • Aprendizajes en tiempo real para optimizar la inversión
  • Creatividad adaptada a contexto, motivación y formato

Este enfoque permite lo que toda marca busca y pocas logran: saber exactamente qué creatividad impulsa resultados, por qué y cómo escalarla sin perder eficiencia.

La creatividad efectiva en un entorno dominado por datos

Bos es clara: la creatividad efectiva no es la que gana premios, sino la que drivea resultados medibles en cualquier etapa del funnel.

“La creatividad que funciona es la que mueve ventas. Es la que mueve el negocio.”

Y ahí es donde Rufus encuentra su sweet spot: ideas que generan conexión emocional con audiencias, pero también impacto financiero para las marcas.

¿Y la IA? Un aliado, no un reemplazo

A pesar del crecimiento acelerado de la IA generativa, Rufus mantiene una filosofía contundente: la tecnología amplifica, pero no sustituye el criterio humano.

Usan IA para escalar la producción creativa, iterar más rápido y acelerar pruebas A/B; pero la idea, el insight y la sensibilidad siguen siendo totalmente humanas.

“La IA no reemplaza la conexión emocional. Las emociones siguen siendo el motor de la acción.”

En un momento donde muchas marcas se dejan seducir por la promesa de la automatización total, Rufus apuesta por un equilibrio saludable: usar IA para ser más ágiles, no para perder relevancia humana.

El consejo de Belén Bos para los equipos de marketing

En un entorno saturado de automatización, dashboards y optimización algorítmica, Belén deja un mensaje imprescindible para quienes lideran marketing en 2025:

“Los datos nos muestran el camino, pero lo que realmente conecta y genera acción son las emociones.”

La recomendación es clara: combinar tecnología y sensibilidad humana, sin sacrificar la creatividad que realmente mueve al consumidor.

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