- Nvidia negó que DeepSeek utilice chips Blackwell, pese a reportes que hablaban de contrabando tecnológico a través de centros de datos desmontados.
- La tensión ocurre mientras EE. UU. ajusta regulaciones y autoriza ventas limitadas del H200 a China, elevando la presión política sobre Nvidia.
- Más allá del rumor, el caso expone un riesgo real: el creciente mercado ilegal de chips de IA avanzados y la necesidad de nuevas tecnologías de rastreo.
Las recientes acusaciones sobre la supuesta utilización de chips Nvidia Blackwell por parte de la startup china DeepSeek para entrenar modelos de inteligencia artificial han sacudido al ecosistema tecnológico global. Aunque este conflicto ha circulado en medios tecnológicos internacionales, la verdad detrás de los hechos y sus implicaciones reales para la industria de IA son más complejas y relevantes de lo que otras coberturas han divulgado.
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Qué se ha reportado (y qué no está confirmado)
Un reportaje de The Information afirmó que DeepSeek, una emergente empresa china de IA, había conseguido “miles” de chips Blackwell, los procesadores más avanzados de Nvidia para entrenamiento de modelos, supuestamente evadiendo las restricciones de exportación de Estados Unidos mediante rutas opacas y centros de datos ficticios.
Según esa versión, los chips se habrían vendido legalmente en países donde la exportación no está restringida, instalados en centros de datos que luego se desmontaban y se transportaban a China en piezas, operación que violaría las estrictas barreras impuestas por Washington.
Sin embargo, Nvidia ha rechazado categóricamente estas acusaciones, calificándolas de infundadas y “lejos de ser verificadas”. La compañía afirmó que no ha identificado evidencia concreta o informes confiables de que DeepSeek utilice chips Blackwell ni de la existencia de “data centers fantasmas” diseñados para contrabandear hardware prohibido.
Nvidia dijo que “no ha visto ninguna sustanciación ni recibido información creíble para respaldar tales afirmaciones”.

Pero más allá del rumor, ¿por qué esta disputa importa?
1. Nvidia y el control de exportaciones: un tablero geopolítico
Desde octubre de 2022, Estados Unidos implementó controles de exportación sin precedentes sobre semiconductores avanzados para limitar el acceso de China a la tecnología de IA más potente, en un intento de proteger ventajas estratégicas y de seguridad nacional. Estos controles incluyen la prohibición de enviar chips de la serie Blackwell a China sin autorización gubernamental.
Hace unos días, el presidente de EE. UU. autorizó la exportación controlada del chip H200 a clientes aprobados en China bajo un arancel del 25%, lo que marcó un giro regulatorio significativo. Esta decisión ha provocado reacciones mixtas de legisladores, algunos de los cuales han pedido al CEO de Nvidia comparecer ante el Congreso por los posibles riesgos para la seguridad nacional.
Esto significa que lo que parece un rumor sobre DeepSeek está inmerso en b donde las reglas comerciales, la tecnología y la seguridad nacional están estrechamente entrelazadas.
2. El mercado de chips y la presión del smuggling
Más allá del caso específico de DeepSeek, existen operativos reales de contrabando de chips de alto rendimiento reportados por el Departamento de Justicia de EE. UU. La Fiscalía ha acusado a individuos por intentar introducir ilegalmente aceleradores AI como los H100 y H200 de Nvidia a China usando intermediarios y declaraciones falsas, en un esquema que ha movido más de $160 millones en hardware.
Esto muestra que, aunque las acusaciones contra DeepSeek puedan ser infundadas, el problema del contrabando de semiconductores es real y ha sido objeto de acción legal.

Tecnología como solución: ¿puede Nvidia impedir el desvío de chips?
En respuesta a la presión política y las preocupaciones sobre exportaciones, Nvidia ha desarrollado tecnología de rastreo para sus chips AI, particularmente para la generación Blackwell. Este software analiza telemetría, latencias de comunicación y otros parámetros para inferir la ubicación física aproximada de sus GPUs, aunque no permite desactivarlos remotamente ni representa vigilancia encubierta.
Y esta innovación representa un nuevo enfoque de mitigación que va más allá de las políticas gubernamentales: combina hardware con software para detectar usos no autorizados y fortalecer la trazabilidad de componentes críticos en tiempo real.

¿Por qué los chips avanzados son la nueva frontera en la competencia de IA?
El núcleo de esta controversia no es solo un rumor, sino una señal de cómo la competencia global por liderazgo en IA se ha desplazado de algoritmos a hardware de punta. Los chips como los Blackwell representan una capacidad de cómputo estratégica cuya disponibilidad, o restricción, tiene implicaciones directas en:
- La velocidad de investigación de modelos de IA de próxima generación.
- La competitividad de empresas y países en la carrera tecnológica.
- Las inversiones en diseño interno de hardware en China y en el resto del mundo.
Además, la propia historia de DeepSeek, que alcanzó atención internacional por entrenar modelos eficientemente incluso con restricciones de chips, ha generado un debate sobre cómo equilibrar control tecnológico, innovación y mercados globales.

Más allá de las acusaciones
Hasta ahora, no hay evidencia pública confiable de que DeepSeek haya utilizado chips Blackwell en violación de las exportaciones controladas por Estados Unidos. Nvidia lo ha negado y ha subrayado su compromiso con la trazabilidad y el cumplimiento regulatorio.
Sin embargo, las acusaciones ponen de relieve cuestiones estructurales más amplias:
- La eficacia y límites de las export controls para hardware estratégico.
- La rivalidad tecnológica entre Estados Unidos y China y cómo influye en la cadena de suministro global.
- La presión política sobre empresas clave como Nvidia para equilibrar crecimiento, regulaciones y seguridad nacional.
En un momento en que la economía de la IA es crucial para la competitividad global, este episodio es una llamada de atención para la industria: la posesión del mejor hardware puede ser tan estratégica como la calidad del software que corre sobre él.

